Doctorado en Astrología

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CAPITULO 1. INTRODUCCIÓN.

 

¡Bienvenido al curso de Doctorado!

En la Primera Parte de este Curso se encuentran los "esquemas de interpretación" de las cartas astrales, así como los conocimientos teóricos nuevos que se van introduciendo con cada ejemplo. Estos esquemas son algo así como el guión de la interpretación para cada ejemplo específico.

En la Segunda Parte del Curso se incluyen las "interpretaciones", realizadas de acuerdo exactamente al correspondiente "esquema de interpretación".

Hemos separado los "esquemas de interpretación" (Primera Parte del Curso) de las "interpretaciones" (Segunda Parte del Curso), para que usted pueda usar los "esquemas" a modo de guía cuando realice una interpretación en solitario.

Por tanto, el sistema pedagógico consiste en leer, PRIMERO, el esquema de interpretación -por ejemplo de la carta Nº 1- para hacerse una idea del recorrido a seguir y, además, para ver si existe algún elemento teórico nuevo.

Como SEGUNDO punto, puede usted intentar interpretar la carta astral siguiendo el esquema de interpretación, y posteriormente consultar en el tomo correspondiente la interpretación que nosotros le damos a ese ejemplo.

Así, usted podrá comparar su interpretación con la del Curso. Una posibilidad alternativa es que en este segundo punto vaya directamente a leer la interpretación que el Curso (2ª parte) da a la carta Nº 1, entendiéndola claramente y estudiándola. Una vez que haya asimilado la interpretación que damos, puede acudir al esquema de interpretación de la Primera Parte del Curso y hacer el intento ya usted solo.

CAPITULO 2. CARTA ASTRAL NATAL Nº 1 (hombre).

En el presente ejemplo vamos a analizar un caso que en principio resulta sencillo, pues existe una predominante influencia general del signo del Cangrejo, con lo cual su simpleza aparente radica en que es relativamente fácil establecer el eje central del yo.

Pero ello no ha de engañarnos, pues la dificultad la da precisamente el hecho de que en este ejemplo se necesita discriminar muy bien para no quedarse en una interpretación monótona, falta de viveza o demasiado escueta y repetitiva.

Por tanto, ¡adelante!.

 

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